miércoles, 8 de junio de 2016



El chullachaqui
Duende o diablillo de selva, pequeño de estatura, viste siempre una cushma o ponchito colorado cuando va a trabajar a su chacra o anda de paseo. Puede transformarse tomando la forma o figura de cualquier persona o animal, cuando quiere atrapar una nueva y bella doncella y hacerla perder en el monte para siempre. Se cuenta que las personas perdidas en la selva suelen encontrarlo.
El Chullachaqui no vuelve aparecer en el mundo real, y su víctima pasa a formar a las legiones de duendes de este diablillo, de las cuales es el jefe absoluto. En lo profundo de la selva posee chacras donde cultiva sus alimentos, que resultan ser plantas venenosas similares a la papa, la yuca y otros vegetales alimenticios.
Si fuéramos a la selva y encontráramos allí a un familiar u otro ser querido casualmente y sin razón alguna, debemos ser precavidos. Porque, seguramente, el Chullachaqui toma esa forma para hacernos perder en el monte y solo podemos escapar de su “encantamiento”, si logramos descubrir que su pie izquierdo tiene la forma de una pata de cabra. Es raro pero también se cuenta que pueden tener su pie en forma de patas de otro animal, o incluso un pie humano vuelto hacia atrás.
El ayaymama
Cuenta la leyenda que una epidemia estaba acabando con la gente de una comunidad nativa. Que la madre de dos niños, sintiéndose con los primeros síntomas de la enfermedad, quiso salvar del mal a sus pequeños y entonces los llevó al monte, muy lejos y los dejó en ese lugar. Cerca de una linda quebrada, abundante en peces y árboles frutales. Con gran pena los dejó, sabiendo que no los volvería a ver más. Ellos jugaron, comieron frutos y se bañaron en la quebradita, pero ya en la noche sintieron la falta de su madre y partieron en su búsqueda pero se perdieron en el monte.
Asustados, llorando de pena decían cómo no ser aves para poder volar donde mamá. Y el dueño del monte tuvo pena y los convirtió en avecitas y ellos volaron, pero cuando llegaron a su pueblo vieron que ya nadie vivía, todos habían muerto. Desde entonces no dejan de volar y volar, y cuando se posan en lo alto de un árbol, cansados de buscar a su madre, hacen oír su canto lastimero ayaymamá... ayaymamá...
Otra versión de esta leyenda es:
La leyenda del Ayaymama, narra el abandono de dos niños en la selva tras perder a la mamá. La madrastra y el papá dejan a su suerte a los menores en la montaña simulando un paseo. Los niños se volvieron en pajaritos y en una noche de luna volaron hasta el techo de la casa de la madrastra y emitieron su canto:
Ayaymama, Huischuhuarca: Nuestra madre ha muerto y nos abandonaron.






El tunchi maligno
Vaga por las noches oscuras de la selva, como alma en pena, unos dicen que es un ave, otros que es un brujo o un espíritu del mal “diablo” que goza aterrorizando a la gente. Pero nadie lo ha visto, y todos lo reconocen con temor cuando en plena oscuridad lanza al aire un silbido penetrante “fin....fin...fin...” que por instantes se pierde en el monte a lo lejos, pero vuelve a silbar ya sobre el techo de una casa o a la orilla del río. Todo es tan rápido que la gente solo atina a persignarse o rezar, porque existe la creencia de que cuando silva con insistencia, por los alrededores de un pueblo, anuncia malos presagios y cuando lo hace sobre una casa, enfermedad o muerte.
Burlarse del tunchi o tunche, insultarlo, puede costarle caro al atrevido, ya que lo hará enfurecer y entonces atacará con mayor insistencia, silbando... silbando... lo perseguirá tanto que hasta el más valiente terminará entrando en pánico, que puede llevarlo a la locura o muerte...
El bufeo colorado
Al delfín rosado del Amazonas la gente lo llama, simplemente, bufeo colorado y así lo distinguen de sus otros hermanos que son de color gris. La leyenda de que el bufeo, como ser o duende “encantado” que es, puede transformarse en un hombre “gringo” al que le gustan las mujeres jóvenes y bonitas. Así, con esa apariencia, suele presentarse a la fiesta en la que participa la chica elegida. Como viajero de paso, baila y enamora a la muchacha, invita a beber a todos los participantes y así se gana la simpatía general. Pero él no come ni menos bebe licor, porque si se emborracha, se rompería el encantamiento y se descubriría quién es.
Cuando la muchacha ya es la enamorada del bufeo, él la colma de regalos y atenciones. La visita siempre por las noches y se marcha antes del amanecer. Así poco tiempo, la mujer enamorada empieza a mostrar una conducta extraña, porque quiere permanecer todo el tiempo junto al río y si ésta situación no es notada a tiempo por sus familiares y no la mandan a curar a un buen chaman, puede terminar desapareciendo, ya que en su deseo de estar siempre junto a su gringo “bufeo” enamorado, terminará arrojándose al río para no salir jamás.
De la misma manera se cuenta que los bufeos usan lo que parece dinero de noche, pero al llegar el día son sólo hojas. También se cuenta sobre bufeos hembras y barcos enteros con bufeos en forma humana que surcan los rios navegables de la selva durante la noche.

Mitos de La selva

los mitos de la selva se caracterian por ser propios de ese mismo lugar con costumbres y tambien su modo de hablar.Los pobladores selváticos, especialmente los sanmartinenses, han sido atraídos por la selva y por sus misterios para escribir relatos fantasiosos, que en la mayoría de los casos, nos hacen expresar miedo y terror, porque estos cuentos están basados en espíritus malignos que rondan por la inmensa selva.


La sachamama
Es una boa gigantesca y solitaria, que vive en tierras pantanosas de selva adentro. Llega un tiempo de su vida, quizá milenaria, en que se incrementa su peso, es tal que ya no puede reptar, entonces busca un lugar para vivir permanentemente. Entonces libra, con su poderosa cola, un espacio lo suficientemente amplio, allí pone su cabeza y espera. El gran poder de atracción que tiene le permite halar a sus víctimas hacia esa especie de chacra que forma delante de su cabeza.
Entonces, cualquier animal u hombre que, por ignorancia o descuido, pase por su delante ve solamente su cabeza. Pero ya será muy tarde. Porque habrá caído en el campo imantado de la Sachamama, atraído hacia su poderosa mandíbula, para luego ser triturado y tragado. Satisfecha su hambre, se pondrá a dormir por una larga temporada.
Otros mitos cuentan que es la encarnación del espíritu de los rios de la amazonía.

miércoles, 1 de junio de 2016


la carretera encantada


Según contaban algunos ferreñafanos, a media noche y hace muchos años salía una carreta del cementerio y otros que salía de la pampa cercana al molino de Señor Salcedo, en la que no se ha llegado a determinar es a quién o quienes jalaban la carreta; algunos decían que era un caballo de color plomizo, otros que era una mula la que jalaba la carreta, otros lo que los vieron es que sobre el animal iba un jinete vestido de blanco y con varios, ocupantes llevando ramos de flores. 


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Este recorrido lo hacía por la calle Juana Bulnes de Castro, llegando a la calle Tres Marías y en esta esquina descansaba unos minutos, para luego continuar por la calle Real, ingresando nuevamente por la calle Juana Bulnes de Castro donde desaparecían.

Y hay personas que vieron que ingresaba al parque para luego dirigirse a la Iglesia donde bajaban los raros ocupantes para entrar al Templo y elevar sus plegarias al Salvador, para luego dar una vuelta al Parque y dirigirse a su lugar de origen y desaparecer misteriosamente. Según contaban que el objetivo de la salida de esta carreta era para conseguir almas con las cuales obtenían su salvación en otro mundo; es decir eran difuntos que venían a llevarse a todo aquel que se le cruzase en el cami

la leyenda de los wari 

En el principio de las cosas sólo existía humo. Del humo nació la Tierra. En el interior de la Tierra vivían los Waris. Los Waris eran poderosos. Soplaron con tal fuerza, que la corteza terrestre se infló y nacieron los Andes. Por los intersticios de las cordilleras, brotaron gigantescas serpientes de humo que en la superficie se convirtieron en hombres rojos de descomunal estatura. Estos hombres se paseaban desnudos Tenían enormes dientes y les gustaba la guerra. Las luchas de los Waris indignaron al Cielo, a tal punto que entre éste y la Tierra se declaró la guerra.

Los Waris


Sucedió, entonces, que la inmensa Cordillera de Waylas se partió en dos, y nació el Callejón de Waylas. La lluvia que se precipitó a torrentes lo inundó y el agua incesante también llegó hasta la región de los Waris. Los Waris emigraron hacia el Oriente. Se establecieron en las tierras de Chavín, Marañón y Wakrachuko. Pero con el tiempo, esos gigantes se degeneraron y fueron convirtiéndose en hombres, animales y plantas. 
Los tres relatos van de lo genérico a lo particular. Del humo neutro (entre lo blanco y lo negro) se configuran las sucesivas divisiones, que definen y modelan el Mundo (Tiempo y Espacio coinciden: el Mundo). 

Según el primer mito, Pinkosmarka, los mundos son tres; tres han sido las humanidades: Wari, Auka y la del Presente. En tres momentos se divide el gran Tiempo-Espacio: Pasado, Presente y Futuro. Tres son los instantes creativos. El mismo Presente está estructurado por la triada: tres cóndores traen a los tres padres de los pueblos. Los límites de cada gran Tiempo están marcados por un doble movimiento: destrucción, creación (es el Pachacuti, "la Gran Vuelta", "el Gran Cambio"). 

El segundo mito problematiza los dogmas de la temporalidad anunciados en el precedente: -El Presente será derrotado por una alianza Pasado-Futuro (dos cabezas de los dos dioses del mundo futuro fueron las cabezas de las serpientes, que, a su vez, fueron de los dos gemelos que parió una tonta, en el pasado) -La concepción anterior implica el mesianismo de lo cíclico: el pasado es recuperable; la eternidad, posible. 

El tercer mito -Los Waris- trata de algunas de las clasificaciones del Mundo Presente: cielo tierra; el término mediador entre ambos: el Callejón de Waylas. Hombres/salvajes, animales y plantas de la selva (son los actuales descendientes de los Waris). En otros términos, la cultura está ligada al Presente y lo salvaje al Pasado.